El modelo ha muerto. Que nadie se engañe: cualquier referencia a Cruyff es un acto de fariseísmo con claras intenciones electorales. Los gestores harán todo y más con tal de asegurar su permanencia en el poder más allá del ciclo actual. Hay fuerzas y ganas de seguir hundiendo el barco.
De allí las alabanzas al Padre, al Hijo y a la idea madre. De allí que ahora recuerden al gran maestro y pretendan sacarle del cuchitril al que le confinaron hace mucho tiempo. Lo harán para que el respetable crea que todo cambió. No se engañe el lector: no les interesan las lecciones del viejo profesor, solamente pasearlo cual trofeo de caza.
Todo es muy florentinesco. Tanto odio por el Flaco y los suyos los ha llevado a imitar al hábil y oscuro constructor. Son plagiadores profesionales; su copia resalta y magnifica lo repugnante: de tener un equipo pasaron a coleccionar cromos. Todo, sépase y recuérdese por siempre, con la venia de una conducción nefasta que nunca pensó en triunfar sino en salvarse. Pasar desapercibido; no se recuerda tanta mediocridad desde tiempos inmemoriales.Hombre de club le llaman.
Ganarán porque los cromos son muy buenos y tienen, como si fuera poco, al dueño de la pelota. Pero ningún triunfo podrá disimular la putrefacción natural de un cuerpo al que ya se le ha ido la vida y que solamente espera por la diligencia habitual de los gusanos. La basura, aunque la rocíen con perfume, sigue siendo basura.
Bienvenidos al mundo real.