En defensa del gremio de futbolistas (AUFPV)

El año 2014 está por terminar y con él se va un período trascendental en la vida de la Asociación Única de Futbolistas Profesionales de Venezuela (AUFPV), período en el que ganaron fuerza y notoriedad a partir de la fecha 7 del torneo Clausura. De sus miembros, es decir, de los futbolistas, dependerá que tanto esfuerzo no se evapore como los días del año que está por finalizar. Disimular los errores no es una virtud; recordarlos, revisarlos y sumar aprendizajes es la mejor herramienta para continuar.

Durante esta temporada, el gremio de jugadores tomó la decisión más trascendental de su existencia cuando en pleno torneo Clausura, y motivados por el estado de inseguridad que vivía el país, la organización que preside Juan García recomendó a sus agremiados no participar de esa jornada, en contra de la voluntad de sus patronos y de la FVF. Como en cualquier conflicto laboral, las reacciones de los dueños y directivos de los equipos fue la natural: oponerse y buscar la debilitación de la acción gremial, pero dentro del caos que se vivió aquel domingo 23 de Febrero sorprendió como la FVF, en teoría simple organizadora del torneo de primera división, se movió y reglamentó lo necesario para que se cumpliera el calendario. ¿Miedo a Conmebol? Puede ser. Pero lo cierto es que el gremio se hizo notable.

Aún así, la AUFPV también cometió graves errores como por ejemplo apresurarse en otras decisiones que casi le cuestan el trabajo a futbolistas del Atlético Venezuela, Yaracuyanos y Aragua, medida que luego fue “desestimada” tras largas horas de conversaciones con otros directivos del torneo local. No obstante, los entrenadores Gustavo Romanello (Yaracuyanos) y Ángel Raúl Cavalleri (Aragua) se vieron obligados a abandonar sus puestos de trabajo una vez pasada la tormenta.

Aquel par de semanas sirvieron para desenmascarar a más de uno que hace vida en este fútbol. Mientras Karim Assafo, entonces directivo del Deportivo Táchira, hacía todo lo posible para que El Vigía no se aprovechara de la imposibilidad del equipo atigrado de cumplir con sus compromisos, Rafael Esquivel y Laureano González, presidente y vicepresidente de la FVF  desestimaban la protesta bajo el argumento de que aquello era parte de un movimiento político. Estos señores, que sí se han valido de la política partidista, hicieron bueno aquello de que cada ladrón juzga por su condición.

Si creemos las declaraciones de los directivos de la FVF, cabría entonces preguntarse a quién o a quienes iban a derrocar los futbolistas, o si, como sospecha quien escribe, con aquellas acusaciones querían sacar provecho de la fuerza del Estado para evitar quedar mal parados. Es por esto que se empeñaron en emparentar las protestas ciudadanas de aquellos meses con el miedo que invadió a jugadores y entrenadores. Meses después, aquellos inquisidores hoy se hacen los suecos y actúan como turco en neblina mientras, según el último correo de la AUFPV, no honran sus compromisos con los siguientes futbolistas:

Llaneros de Guanare: Héctor González, Nicolás Massia, Leonardo Zarosa, Pedro Boada y Carlos Salazar

 Carabobo FC: César González y Johandrys Herrera

Deportivo Lara: José Torrealba

Zamora FC: Nelson Semperena y Ronald Giraldo

 Aragua FC: Richard Ruiz

Monagas SC: Antonio Boada

Estudiantes de Mérida: Gabriel Urdaneta, Leonel Vielma, Juan García, Ever Avendaño, Henry Plazas, Marlon Rivero, Marcel Rivero, Mario Bosetti y Silvio Rivero

Atlético El Vigía: José Carrasquel, Arnaldo Aranda, Ángel Chourio, Adrián Rodríguez, Leonel Vielma y Luis Fernando Martínez

La mala fe del rival no debe hacer mella en un gremio que apenas da sus primeros pasos; los enemigos están en la acera de enfrente y algunos en la propia. Mientras el dinero público mande en esta actividad y la misma se mantenga como trampolín para cargos públicos, serán muy pocas las victorias. Es por ello que deben llenarse de fuerza y separarse de todos aquellos que vestidos de corderos, harán de lobos. Revisen bien lo sucedido esos días, les aseguro que es muy sencillo identificar a quienes intencionalmente sumaron obstáculos a su recorrido.

En latín, idiota era un vocablo utilizado para definir al ignorante. No desfallezcan ni dejen que los traten de idiotas; la gloria no es cuestión de medallas sino de perseverancia y buena voluntad. Este fútbol los necesita y su camino recién empieza; recuerden a Jaques Derrida (“nada amo más que recordar y que la memoria misma”) y sigan adelante sin miedos ni reservas, que el futuro será todo lo que mientras luchan, sueñan. Ya son parte de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), ahora sean parte de la solución.