– La primera aparición del cuerpo técnico de Noel Sanvicente fue en un módulo de trabajo en la ciudad de Caracas. 25 jugadores, 12 de ellos de la selección juvenil sub 20, fueron llamados para esta toma de contacto. Los trabajos se llevaron a cabo desde el lunes 11 por la tarde hasta el miércoles 13 al mediodía, lo que se traduce en cuatro sesiones de entrenamiento.
– De los 13 futbolistas mayores de 20 años, 6 de ellos (Vega, Lucena, Cichero, Chourio, González y Jiménez) ya habían trabajado con Sanvicente en algún club. De los 12 juveniles solamente Murillo conocía la metodología del seleccionador.
– En el primer entrenamiento fue notoria la ausencia de Ceferino Bencomo, seleccionador nacional sub 17. Sanvicente expresó su sorpresa ante esta situación que sólo sucedió el primer día de trabajo. Tanto el martes como el miércoles todos los cuerpos técnicos de la FVF fueron parte de los trabajos.
– Varios futbolistas de Mineros de Guayana llegaron con algunos percances de salud, como resfriados o fiebre, por lo que su aporte a las tareas seguramente fue menos intensa.
– El entrenamiento final (miércoles a la madrugada) tuvo el condicionante de que los futbolistas del Deportivo Táchira debían partir más temprano que sus compañeros porque el vuelo que debía llevarlos de vuelta a San Cristóbal así lo requería. Aun así, participaron de la sesión de trabajos y la abandonaron cuando ya no había más tiempo.
– Son pocas las conclusiones futbolísticas que se han podido conocer. El cuerpo técnico expresó su satisfacción por la entrega de cada uno de los citados y, según el diario Líder, Sanvicente expresó estar contento con “lo mostrado esta semana. Uno conoce bien a los futbolistas por el campeonato local, sé qué pueden dar y por qué fueron llamados. El llamado no significa que ya están listos para la selección, solamente que tienen una oportunidad de poder estar. Para ello tienen que mejorar, ser cien por ciento profesionales y tratar de destacar en sus equipos”.
– El entrenador del Deportivo Táchira, Daniel Farías, mostró su disgusto por la convocatoria de sus futbolistas a estos módulos. Las declaraciones las recoje el periodista Carlos Luis Roa (@Carlosroacoment) y se pueden leer a continuación:
– Se podría asegurar que el entrenador del Táchira está defendiendo su parcela, algo bastante común en el fútbol. Pero sorprende que lo haga ahora y no cuando dirigía al Deportivo Anzoátegui. En aquellos tiempos, la selección nacional era comandada por su hermano César Farías, y de cara al duelo ante Ecuador, por la primera fecha de las Eliminatorias Suramericanas a Brasil 2014, el hoy entrenador de Xolos de Tijuana citó cuatro futbolistas del Anzoátegui (Carlos Salazar, Giácomo Di Giorgi, Francisco Flores y Leo Morales) y un juvenil (Jesús Hernández) de la misma institución. Entre aquel módulo de trabajo realizado en Mucuchíes y este que recién terminó hay una diferencia sustancial: el primero finalizaba un jueves mientras que el segundo lo hizo un miércoles, es decir, que en esta ocasión los futbolistas se reintegraron 24 horas antes a sus equipos. No es sano hacer un juicio de valor acerca de las declaraciones del director técnico del Táchira, y ojalá que el tiempo le permita a ambos protagonistas acercar posiciones, aunque me atrevo a pronosticar que no será así. Aquella convocatoria puede ser revisada en el link que sigue: http://noticiaaldia.com/2011/09/cesar-farias-convoca-a-27-jugadores-a-la-concentracion-de-la-vinotinto/
– Jeffre Vargas, uno de los juveniles convocados para este primer módulo, jugó el domingo los 90 minutos de la derrota de su club ante Estudiantes de Mérida. El miércoles, unas horas después de cumplir con el trabajo en el módulo vinotinto, el lateral derecho volvió a jugar los 90 minutos con el Caracas, esta vez en la victoria 3 goles por 1 frente a Metropolitanos. La alineación de esos encuentros la tomo del sitio web del Caracas Fútbol Club:
– Esto apenas comienza. Hay promesas de más módulos y con ellos llegarán más y más situaciones polémicas. Sanvicente no debe olvidar que se mueve en territorio enemigo y que por más que le sonrían, cerca de él, muy cerca, están quienes desean verlo fracasar. A Julio César lo traicionaron quienes estaban más cerca de él. No es el caso de quienes integran su cuerpo técnico pero sí el de otros que se acercan o comparten alguna mesa. Los saludos y las sonrisas muchas veces vienen cargadas de veneno y sólo quien se asuma mortal podrá combatir semejante escenario.