Debo hacerle una confesión: a pesar de ser un profundo admirador de las interacciones que puede producir cada futbolista y su influencia en el juego, soy también un hincha de los directores técnicos. En más de diez años que llevo ejerciendo este oficio, he podido conversar con muchos entrenadores venezolanos y extranjeros, y con todos he dialogado con la única intención de aprender, porque al fin y al cabo, cuando uno se acerca a aquellos que poseen el don de la experiencia lo hace con la voluntad de conocer para luego transmitir. Pero la primera motivación es justamente el aprendizaje.
He conocido a tipos brillantes como Juan Manuel Lillo, un personaje casi proscrito en el fútbol de su país. También he escuchado y leído a talentos como Carlos Canyadas o Dani Fernández, españoles, quienes antes que entrenadores son formadores, enamorados de su condición y obstinados cultivadores de valores y del juego. También he conversado con aquellos que creen en una única verdad y han desperdiciado enormes oportunidades sólo por sentirse dueños del mapa del tesoro. Y por supuesto están aquellos que cultivan sus relaciones públicas antes que su interpretación del juego y de los jugadores.
También está Noel Sanvicente. Lo conozco desde hace tiempo porque me acerqué a él y a su cuerpo técnico para observar y preguntar. Desde aquellos tiempos he podido comprender algunas razones de su éxito como entrenador, pero sobretodo, he entendido su razón de ser, que no es otra que el juego mismo. A Noel le gusta hablar de fútbol, pero lo que muchos no comprenden es que él vive para este deporte las 24 horas. Cuando su equipo termina de entrenar, enfoca su dedicación en las categorías inferiores, en los proyectos del club y en el estudio de sus rivales. No celebra los triunfos porque para él el pasado no existe.
Hay algo que la FVF y sus amigos no comprenden: un entrenador está para sacar el mayor rendimiento de sus futbolistas, no para dar entrevistas complacientes. Hace 7 años no se eligió un DT para ello, y hasta el mismo ex seleccionador se ha expresado despectivamente acerca de Noel porque según él, “Chita no se sienta con sponsors”. Si en la Federación quieren, desde este espacio les puedo recomendar un sin fin de gerentes de mercadeo y publicidad que pueden colaborar con esa inquietud; si la prensa quiere a un hablador de pistoladas que siempre atienda ya saben por donde ir, pero si quieren a un entrenador de fútbol que estudie y se dedique a su trabajo, Sanvicente es el indicado, a pesar de no contestar llamadas telefónicas por estar dedicado a su trabajo.