El recorrido del Tata Martino en Can Barça

Es mucho lo que hay que analizar en estos primeros meses del Tata Martino al mando del F. C. Barcelona. Cuando solo queda una fecha para llegar a la mitad del calendario, es necesario rescatar los puntos positivos de una gestión que ha hecho mucho para mantener el equilibrio en esa inmensa cristalería que es el club catalán. No ha sido un camino sencillo para el entrenador rosarino, y en ese andar hay una cantidad de decisiones que hablan bien de su gestión.

  • Recuperación de Alexis Sánchez

El chileno es un jugador muy particular: talentoso como muy pocos –el mote de jugadorazo le cabe perfectamente– y capaz de hacer fácil lo difícil y difícil lo fácil. Tiene velocidad e inteligencia para comprender qué precisa el equipo de él en cada momento del partido, pero como cualquier atleta necesita sentirse cómodo y querido para mostrar su mejor faceta. Alexis disfruta cada minuto de su estadía en el Barça, pero en sus dos primeros años parecía ser un futbolista que no encontraba paz para ser él mismo, dejando de lado las cualidades que lo hicieron acreedor de ser justamente jugador del F. C. Barcelona. Martino parece haber tomado como propio aquel consejo de Julio Velasco, entrenador de voley, a Pep Guardiola: “Es falso que todos los integrantes de un plantel tienen que ser tratados de la misma manera”. Falta ver cómo se comportará cuando regrese Messi, pero la vuelta del chileno es una de las virtudes de la conducción del rosarino.

  • Alex Song

Futbolista talentoso y voluntarioso, el camerunés fue, en mi opinión, el jugador que peor imagen ofreció en el ejercicio anterior. Hoy no quedan dudas de cuánto le afectó la confusión vivida el año anterior por los temas de salud de Tito Vilanova y el caos que se vivió a partir de la ausencia del entrenador. No es Keita, pero es que Keita tampoco es Song. Cada jugador es un mundo lleno de vitudes y defectos, y cada uno de ellos entregará al colectivo lo que el colectivo le permita. Por ello quiero hacer énfasis en lo vivido la temporada anterior para tratar de comprender que mucho más no podía hacer el exjugador Arsenal. No es central, no es Busquets; simplemente es Song, y mucho puede aportar.

  • Gestión de los minutos

Cada entrenador tiene jugadores en los que deposita toda su confianza, por ello se habla en muchas ocasiones de un once tipo, y es muy posible que Martino tenga en mente eso que se conoce como once de gala para los partidos definitorios. Pero hasta el momento, el preparador argentino ha conseguido algo que faltó la temporada anterior, me refiero al reparto del tiempo de juego. Este es un factor vital, y si bien puede que haya diferencias entre cómo lo hizo Guardiola y como lo está haciendo Martino, lo importante es que la plantilla va a llegar a los meses decisivos con juego, kilómetros recorridos y conocimiento de sociedades. No hay que olvidar que el año anterior hubo que contar con Bartra frente al Bayern sin que el jugador hubiese tenido mayor participación los meses previos. Hasta este momento, con las diferencias normales, cada jugador de la plantilla ha sido parte fundamental del recorrido colectivo. En el Extra #08 del Club Perarnau, Martí Perarnau hacía un estudio exhaustivo acerca de la gestión de los minutos del Barça de Tito y como ello afectó al equipo en la recta final de la temporada 2012-2013.

  • Montoya, Bartra y Sergi Roberto ya son jugadores realmente de la primera plantilla y su entrada, más allá de sus cualidades y errores propios, no produce terror en el equipo

Esto bien puede ser una continuación del ejemplo anterior, pero magnificado, es decir: los tres son futbolistas jóvenes, de la cantera, y gracias a los minutos y la competencia se han convertido en opciones y soluciones, dejando atrás el rol de alternativas obligadas que tanto daño les hizo. Hoy cualquiera de ellos es un futbolista válido y con posibilidades de ser titular –sobre todo en el caso de Bartra–.

  • Recuperación de herramientas que habían sido dejadas de lado: cambios de frente, presión alta

Aquel Barça de Guardiola era un equipo que aplastaba a sus rivales principalmente porque tenía la capacidad de entender el juego. En Rafa Márquez y Gerard Piqué tenía a dos defensores centrales comprometidos con la salida limpia del balón, seguro, pero también era en ellos en quien reposaba la posibilidad de enviar un largo cambio de frente para sorprender al rival. A mi gusto, aquellos largos pelotazos diagonales del mexicano eran una obra de arte que se complementaba de manera excelsa con el juego limpio, corto y veloz del equipo. Esta cualidad se perdió en el tiempo y es un logro de Martino recobrarla, aunque no creo que la prensa de siempre entienda la necesidad de esta variante. En el caso de la presión rápida e inmediata que aparecía como consecuencia de la pérdida del balón, hay señales de que se va recuperando, el problema es que aún no se convierte en costumbre y parece que ello va a llevar más tiempo y mayor compromiso de los futbolistas.

  • Manejo del caso Neymar

Muchos recién descubren al exjugador del Santos, por lo que bien vale recordar que antes de llegar al Barça había salido campeón de la Copa de Brasil, campeón de Copa Libertadores y campeón con de la Copa Confederaciones con Brasil. Es un jugador fantástico que todavía está en fase de aprendizaje, pero que a pesar de ello ya marca grandes diferencias con respecto a otros grandes futbolistas. Martino usó todo el manual de enseñanzas que adquirió como jugador y no cayó en el juego de la prensa. Le permitió al brasileño ganarse su espacio en el equipo sin mayor presión que la de cualquier futbolista que desea ser titular en su club. Hoy nadie discute al ’11′ y solo queda imaginar lo que una sociedad Messi-Neymar puede lograr cuando ambos coincidan en el terreno de juego, claro está, en plena capacidad de sus condiciones.

  • Messi: acá hay un entrenador que manda y decide quien juega, quien descansa y de qué se juega

No hay mayor tranquilidad para un futbolista que reconocer en su entrenador a alguien que toma decisiones sin que le tiemble el pulso. Ya después habrá espacio para discutir las consecuencias de las mismas, pero la autoridad se ejerce y eso ha hecho el técnico argentino con Messi. Con apenas días de haber llegado al club, Martino tomó la decisión, en un par de partidos, de que el ’10′ abandonase el campo antes de finalizar el encuentro, en contraposición a aquella costumbre de que jugara todos los minutos de todos los partidos. Además, cuando así lo creyó conveniente, el delantero comenzó un encuentro desde el banco de suplentes. Martino no llegó a hacer amigos sino a gestionar un equipo de fútbol. Se ha equivocado y lo seguirá haciendo, al fin y al cabo todos los entrenadores son gerentes que deben mostrar firmeza en sus determinaciones, pero deben hacerlo con suficiente mano izquierda para no parecer autócratas obstinados.

  • Puyol: al capitán se le espera y no hay nada más que discutir

No se llega a una nueva casa rompiendo la vajilla; recordemos en qué momento del año llegó el entrenador argentino y comprenderemos el apoyo incondicional que ha tenido para un legendario futbolista como el capitán del Barça. No debemos olvidar que Van Gaal, en su segunda etapa en el club, llegó renegando de Rivaldo y Riquelme públicamente, algo que solo puede hacer alguien muy de la casa como Pep Guardiola. Martino jugó su carta en favor de la estabilidad emocional y eso hay que aplaudirlo.

  • El caso Tello

No todos los futbolistas pueden jugar el tiempo y los partidos que desean, pero también es cierto que en el apropiado reparto de minutos que ha llevado a cabo Martino, el extremo es el jugador que menos ha participado y que, además, por su tendencia a ser un Henry 2.0 (atacante derecho que parte siempre desde la banda izquierda) ha sido el más perjudicado con la llegada y rápida adaptación de Neymar. Quizás en ese espejo se vea Deulofeu y pida ser cedido un año más, algo que no sería del todo negativo teniendo en cuenta que afuera podría encontrar los minutos que luego le harían indiscutible en el Barça.

Es el momento de señalar el gran déficit que ha mostrado la conducción de Gerardo Martino en estos meses que lleva al mando del Barça: su suceptibilidad ante cada rugido del entorno. Alguien debe aconsejar al argentino y explicarle que ese organismo multiforme, cobarde y oportunista solo sirve de escudo para hacerle daño al club. No es nuevo ni dejará de existir, pero sí me gustaría recordarle a quienes acompañan al conductor rosarino que esos valientes, que en su día celebraron los éxitos del Pep Team, dispararon cualquier cantidad de porquería acerca de la vida privada de Guardiola cuando este decidió, como futbolista, no renovar su contrato con el club.

El único consejo que uno puede entregarle a Martino es que vaya una vez a la semana al psicólogo o a casa de algún amigo que simplemente lo escuche y así pueda drenar la bronca que produce el entorno y sus vigilantes. Mientras tanto, ojalá se mantenga firme en sus convicciones y recuerde que entrenar al F. C. Barcelona es un sueño de muchos que está al alcance de pocos.

Informe publicado en http://www.martiperarnau.com el 07 de Enero de 2.014