Sin noticias del CAR

Diciembre de 2.013. Otro año que se nos va sin noticias que confirmen lo que tanto ha anunciado la FVF durante los últimos años: la finalización del mayor elefante blanco del fútbol sudamericano, el Centro de Alto Rendimiento en Margarita. Excusas hay miles; cada día que pasa se agregan argumentos que intentan justificar una realidad incontestable que deja muy mal parado al ente federativo y al fútbol venezolano.

De esto no sé si han tomado nota quienes dirigen al balompié nacional. Ya no se trata de que unos dolientes de este deporte nos quejemos por su pobre gestión, de hecho, ya hemos sido superados por la globalización, ese proceso que entre otras cosas permite que en cualquier parte del mundo se conozcan las noticias y la realidad de cualquier país sin tener que recurrir al espionaje, a Snowden o a Wikileaks.

Este reclamo no busca desenmascarar el absurdo que significa la ubicación de este centro de entrenamiento – es una locura sin sustento que se haya levantado en Margarita y no en una ciudad dónde la Vinotinto juegue sus partidos – sino de recordar que luego de siete años con Richard Páez y seis con César Farías, el CAR sólo sirve como salón de reuniones y fiestas. ¡Trece años! Dos procesos técnicos que han servido para popularizar y profesionalizar a nuestra selección pero que aún no cuentan con ese enorme monumento a la incompetencia que es el edificio margariteño, y que se suponía debía constituirse en el hogar de la Vinotinto.

Cada vez que alguien denuncia esto, el Sr. Rafael Esquivel se escuda detrás de una supuesta campaña en su contra. A ello sólo puedo responderle con las palabras del periodista argentino Dante Panzeri: “Yo no pretendo arreglar el fútbol ni el país ni el mundo. Sólo pretendo que, los que mandan y están para eso, intenten arreglarlos. Y, si no quieren arreglarlos, o no saben o no pueden, me conformo con que se sepa que yo no estoy desarreglado ni doy mi conformismo ni resignación a ese desarreglo”. La prensa, aunque se crea lo contrario, no tiene control sobre planos, ingenieros, recursos, cemento o cabillas, por lo que nada tiene que ver con este inexplicable retraso que algunos, de manera sospechosa, pretenden validar.

Por último, pensando en el sucesor de César Farías, quiero aportar un dato: el elegido tendrá que apoyar a la FVF en defensa de lo indefendible (CAR). ¿Se imagina usted que al próximo DT de la selección le pregunten por este tema y a diferencia de la postura adoptada por Farías señale que el CAR no es apropiado? Queda claro por qué no les conviene elegir a Sanvicente…

Columna publicada en el diario Líder el jueves 12 de diciembre de 2.013