Números que no mienten

Catorce goles. Ese es el balance de la Vinotinto en toda la eliminatoria, pero según César Farías, es la efectividad y no la cantidad lo que debemos medir. Más allá del discurso oportunista, y tomando a las estadísticas como referencia, a esta selección le faltó gol, y quien no convierte goles no gana los partidos.

El promedio es preocupante: menos de un gol por encuentro. Si además desmenuzamos esa cifra nos encontramos con que casi la mitad de esos tantos – seis para ser exacto – tuvieron su origen en un tiro libre. Se aplaude la utilización de la pelota parada como instrumento, pero vale recordar que no hay situación en el fútbol que sea más imprevisible que ésta, ya que para que dicha herramienta sea eficaz primero se debe generar una infracción a favor – que nunca podremos anticipar – para después ejecutar el tiro libre con una precisión que muchas veces no va de la mano con la intención del cobrador. Y por último, hay que superar estratégica y físicamente a una defensa que no sabemos como va a reaccionar. Como ven, es una situación muy difícil de concluir e imposible de prever.

Pasemos a la efectividad. ¿Puede un entrenador influir en la contundencia de sus delanteros frente al arco rival? Categóricamente no. La labor de un técnico es ayudar a que sus jugadores encuentren, amparados en la táctica, los caminos para  producir ocasiones de gol. El remate, como toda culminación, no puede ser manipulado por quien no participa en él. Es una ley natural: a mayor cantidad de ocasiones de gol, mayores serán las oportunidades de convertir. Saber leer e identificar las cualidades de sus dirigidos para que estos desarrollen su mayor potencial es la condición que separa al buen entrenador del resto.

Juan Arango, José Salomón Rondón, Nicolás Fedor, Mario Rondón, Rómulo Otero, César González, Josef Martínez, Yohandry Orozco, Luis Manuel Seijas, Richard Blanco, Jesús Meza, Giancarlo Maldonado, Alexander González, Angel Chourio, Frank Feltscher, Julio Álvarez, Edgar Pérez Greco, Yonathan Del Valle, Evelio Hernández, Angelo Peña, José Miguel Reyes, Pedro Ramírez y Juan Falcón. Veintitrés nombres para apenas catorce goles; veintitrés futbolistas – laterales, volantes y atacantes – asociados con la creación de ocasiones de peligro o la definición de las mismas; veintitrés jugadores para apenas ¡sesenta! disparos bajo los tres palos en un total de dieciseis partidos. Esas son las estadísticas que explican la eliminación y nos señalan el camino del cambio en la Vinotinto.