Primeras señales de Martino

Un partido de preparación, por más Joan Gamper que sea, no puede considerarse como referencia obligada de lo que sucederá en una larga temporada, y menos aún si el entrenador no tiene una semana de trabajo con la totalidad de la plantilla. Pero tampoco se puede ir al otro extremo y desestimar las señales que el partido en cuestión arrojó.

El discurso de Gerardo Martino ha sido claro: no va a cambiar nada escencial pero si quiere retomar viejas señales que hicieron del Barça el equipo más admirado de los últimos años.

La primera de ellas es la presión alta y total. De nada sirve que los delanteros y los volantes se maten tratando de llevar a cabo esa conducta si esta no es entendida como un comportamiento natural del equipo. Si los atacantes y los mediocampistas no cuentan con la complicidad de los defensores y viceversa, no hay presión sino desorden, anarquía e invitaciones al rival.

En fin, estas primeras seis imágenes llaman al optimismo, pero son sólo eso, seis fotografías del inicio del camino. El tiempo y la fortaleza del entrenador para mantener sus convicciones serán claves en este retorno a las fuentes.

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