Hacer propio el camino

No hay una sola manera de jugar al fútbol y mucho menos una única forma de observar este juego. Panzeri lo dejaba claro cuando explicaba que hay tantas visiones del fútbol como espectadores, por ello es que sorprende que algunos quieran vender sus verdades como conceptos absolutos e irrenunciables. Que Brasil no enamore con su juego no invalida sus intentos, y por ello estamos obligados a entender antes que rechazar.

Puede que sean eso, absolutos e irrenunciables, lo que no se traduce en verdades ni en fórmulas mágicas. Son simplemente formas de observar un juego que tiene más dudas que certezas. Bielsa piensa en el juego de una manera y ella es su verdad, no la única certeza de este juego.

Hoy, partiendo de eso que acabo de expresar, me declaro admirador de todo aquel que expresa su opinión y la hace suya; de toda persona que antes de repetir sin meditar prefiere reflexionar y entregar sus propios conceptos. Pero más que nada, respeto muchísimo a quienes ven el juego antes que el nuevo tweet del estadista de turno.

Desde el FC Barcelona presentan su metodología como la propia, no como la mejor sino como la forma de trabajar que a ellos les funciona. Así debe ser en todos los equipos y en todas las visiones de este juego: anteponer la reflexión y la claridad de conceptos, moldearlos según el contexto y ser fieles a ellos. Copiar por copiar es tan útil como desmerecer una propuesta basados en el criterio de otros.

No hay expertos. Hay quienes expresan su opinión y quienes repiten como loros. Todos tenemos la posibilidad de escuchar, así como de pensar. En el camino cometeremos errores, pero esas equivocaciones valdrán “su peso en oro” si son obra de la reflexión y la puesta en escena de esas consideraciones.